Las noticias sobre los dos acontecimientos: uno el naufragio en Grecia con cientos de migrantes abordo y un aproximado de 100 niños y el otro, la implosión del submarino Titán con 5 personas a bordo, me ponen a reflexionar de gran manera y es que en ambos casos, lo que ocurrió fue una tragedia. Sean las razones que fuesen que hayan empujado a todas estas personas a estar en ese momento allí en ese barco o submarino no son elementos a tomar para criticar lo sucedido y mucho menos para hacer burla de ambas tragedias.
He visto memes de burla y muy ofensivos
hacia lo ocurrido en el submarino. ¿Cómo un ser humano puede ser capaz de
burlarse de la desgracia y sufrimiento de otro ser humano? ¿Por qué
ocurre un naufragio y ya muchas personas juzgan las razones por las cuales esto
ocurrió con un tanto de frialdad al respecto? Que si unos eran ricos y los
otros pobres, o sea, lo más idóneo es que dejemos de un lado todos esos malos
comentarios y reflexionemos sobre como vemos a nuestro prójimo.
Todo esto me hizo recordar un poco lo ocurrido en
mi país para los años entre 2016 al 2018 donde los alimentos, artículos de
higiene y de primera necesidad, medicinas, entre otros, escasearon totalmente
que muchos venezolanos en vista de la crisis comenzaron a irse del país a otras
latitudes en busca de provisión para ellos y sus familias. En algunos
programas cuando se referían a los venezolanos muchas veces criticaban sus aspectos físicos
porque muchos llegaron a rebajar y perder kilos por la mala alimentación. Fue
también una desgracia que vivimos y vimos muchas personas reírse de nuestro
padecimiento, mientras otros nos tendieron la mano amiga (con estos últimos me
quedo).
Entonces, creo que como humanidad y sociedad nos falta
muchísimo por aprender, ser más empáticos y recordar que todos merecemos
respeto y que con el sufrimiento ajeno no se juega.
Hoy, estamos bien, mañana no lo sabemos, por eso
humildad ante todo y aprendamos a ser más sensibles para ayudar y no para
juzgar.
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